…“La mujer al configurarse como principal afectada frente a los avances tecnológicos en la medicina cosmética, estética y quirúrgica, así como a la presión de los medios masivos que la impulsan y obligan a construir y reconstruir su imagen para agradar a los demás, ha decidido emprender caminos que conllevan a la reflexión, a la crítica y a la construcción de nuevas formas de aceptación de ella misma. Uno de esos caminos es el empoderamiento mediante la palabra. Tal como lo hace Piedad Bonnet mediante sus pequeños y grandes textos desde los cuales empieza a afirmar que la belleza, tal como la concibe comercialmente la sociedad, es enteramente inútil”…
“….. la Mujer de la obra analizada abre un camino de conjunción con otra forma de belleza y eso le permite constituirse en un sujeto que se auto determina y que escapa al fetiche social (para entrar en otro, posiblemente) gracias a la polifonía de voces ideológicas que dialogan en la narración. En definitiva, en la novela objeto de análisis se halla una polifonía de voces que expresan su acuerdo o desacuerdo con una postura estética y forma de vida mediante la voz autoritaria o la palabra intrínsecamente convincente presente en el texto, que siguen allí para problematizar sobre una representación discursiva de la belleza desde la mirada tradicional o desde la construcción del intelecto que, más allá de querer tener un prestigio efímero (desvaneciéndose en el tiempo y desapareciendo), apuntan a un prestigio logrado por la capacidad de crear obras artísticas y mantener el ejercicio del intelecto como una opción más trascendente frente a lo efímero de una belleza corporal”…
El punto de vista en la obra de Piedad Bonnet, me llevo a preguntarme, que tanto choca la belleza intelectual, la belleza espiritual, la belleza física. ¿Es posible lograr la belleza interna y externa paralelamente? ¿Por qué hay tanto estima con la belleza física vs la belleza interior? ¿Acaso no podemos ser bellos por dentro y por fuera?